Yucatán impulsa la mejora del suministro de agua potable y saneamiento con apoyo internacional

Yucatán, México. Desde el pasado 21 de febrero de 2024, se desarrolla en el estado de Yucatán el proyecto “Mejora del suministro de agua potable y saneamiento”, enfocado en fortalecer la gestión hídrica en comunidades indígenas como parte de los esfuerzos para combatir el cambio climático y promover el desarrollo sostenible.

La iniciativa, respaldada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), beneficia directamente a más de 4,000 personas de la comunidad indígena Puc. Con un presupuesto total de 1,075,000 euros, incluye 500,000 euros aportados por la AECID a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), otros 500,000 euros del Gobierno de Yucatán mediante la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (JAPAY), y 75,000 euros del Programa Indígena, gestionados por el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya (INDEMAYA) para asegurar la consulta previa y la participación activa de las comunidades.

En una ceremonia realizada en el Edificio Administrativo Siglo XXI en Mérida, autoridades locales e internacionales formalizaron este compromiso. Destacaron la presencia del Embajador de España en México, Juan Duarte Cuadrado; el Gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal; el Coordinador General de la AECID en México, Ignacio Nicolau Ibarra; el Presidente Municipal de Tekax, Diego Ávila Romero, y el Director General de la JAPAY, Carlos Castillo. Durante el evento, se firmó un Convenio de Colaboración entre el Gobierno del Estado y la AECID, marcando el inicio oficial de las actividades.

Las acciones del proyecto incluyen recorridos por las comunidades de San Antonio Tuk y Howitz, donde se implementarán mejoras en la infraestructura y gestión del agua potable y saneamiento. Además, se han programado reuniones con autoridades locales y estatales para fortalecer la gobernanza hídrica y las capacidades comunitarias en la gestión de los recursos.

Este proyecto refleja el compromiso compartido entre los gobiernos de España y Yucatán para mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas y enfrentar los retos del cambio climático mediante soluciones sostenibles y participativas.